Desde la aprobación de las ya tan criticadas restricciones a la circulación de camiones en septiembre de 2018, las provincias de Tarragona, Lérida, Castellón y el sur de Barcelona prohíben la circulación de camiones por las carreteras nacionales N-340 y N-240. Estas restricciones están dirigidas por la Dirección General de Tráfico y el Servicio de Tránsito de Cataluña.
A raíz del cumplimiento de estas restricciones, un total de más de 7.000 camiones se ven obligados diariamente a circular por la autopista de peaje AP-7, afectando de forma negativa a la circulación diaria de esta vía por la acumulación de tráfico.
Como comentábamos, estas restricciones han sido muy criticadas debido a los graves problemas que ocasiona en relación a la sobresaturación e inseguridad vial en las tres únicas áreas de descanso que existen en los más de 200 km de la autopista, más concretamente, las de Benicarló, La Ribera y Bajo Ebro las cuales suman menos de 90 plazas de aparcamiento para camiones entre las 3. Esto, como puede preverse, obstaculiza la labor de los transportistas que cuentan con muchas mas dificultades para realizar los descansos que están obligados a realizar por ley cada cuatro horas y media.
En este sentido, desde que se aprobaron las restricciones han tenido lugar diversas protestas de diferentes organizaciones de transportistas tanto a la DGT como al Servicio de Tránsito de Cataluña, los cuales siguen rechazando la posibilidad de que los transportistas puedan abandonar la autopista hacia la carretera nacional para realizar las labores de repostaje, avituallamiento o descanso. En cualquiera de los casos, se les obliga a retroceder e incorporarse por la misma salida de la AP-7 por la que accedieron a la nacional, provocando una considerable pérdida de tiempo y duplicación de kilómetros recorridos. Como está a la vista de todos, este hecho resulta irracional y contrario a los principios de eficiencia empresarial, aún más cuando, siendo gratuita la autopista tras el fin de la concesión, no reportaría ningún beneficio a los transportistas aprovecharse de esta excepción al desvío obligatorio para circular por la carretera nacional, pudiendo hacerlo por la autopista.
Por su parte, Fenadismer y otras asociaciones de transporte alertan de la situación de emergencia e inseguridad vial que se ocasiona en estas áreas de servicio, puesto que el hecho de no existir espacio real donde aparcar, multitud de transportistas se ven obligados a estacionar en los carriles de entrada y salida junto a la autopista con el riesgo de que cualquier vehículo que circule por la vía pueda colisionar con los camiones que estén aparcados allí, sin que las Administraciones responsables de la seguridad vial establezcan ninguna solución para resolver este asunto.
27 Febrero 2021
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